Su lado dulce se ha disuelto
Entre las aguas saladas de un mar
De lágrimas,
Como un caramelo en la saliva
De una boca en la que nunca debió estar,
haciéndolo desaparecer.
No recuerda su lado más tierno,
Ha olvidado ser la niña feliz
Que eligió ser la golosina
Qué dibujaba tu sonrisa,
Endulzando tu cuerpo una vez más.
Ya nada en ella será igual,
Convertida en un terrón de azúcar,
Desecha en el calor de un café,
Su sabor dejó de ser permanente,
Y efímero, se convirtió sorbo a sorbo.
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