A veces lo creo, soy el capricho de tu corazón encriptado, en el que cuando estás conmigo desactivas la clave, dejando que me toque con su color rojo pasión y enamorando mi cuerpo por unas horas.
Y debo conformarme con el tiempo que me regalas, porque jamás me darás el código de la caja fuerte dónde guardas los pocos sentimientos que te produce mi presencia,aunque a veces se escapan por una ranura y se muestran en forma de caricias...tú mismo te das cuenta y apartas tus manos encerrándolos de nuevo...
No te culpo, porque a mi también me pasa,pero mis sentimientos se rebelan contra mi mente porque no saben estar escondidos, y si tienen que volar,vuelan y si tienen que romperse,se reconstruyen de nuevo...y así,una y otra vez que caigo en tus brazos...porque son horas en las que soy feliz y ellos lo saben... Y se conforman con esa felicidad intermitente antes de estar preguntándola ¿Dónde estás felicidad? Porque saben que la encuentro en nuestros momentos, por eso tampoco les hecho el candado,porque prefieren una consecuencia antes de no verla pasar ni un segundo por mi vida...
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