Sí, te regalo una rosa,
para que la pongas en remojo en ese jarrón,
en el que me bebí el último trago de tus besos,
y que aún conservas en tu estantería...
no sabía que las gotas que quedaron en él,
se derramarían tan temprano,
creo que fue un aviso
de romperse,pero no antes,
sin tu permiso...
Ahora sé que no me acompañarás en mi camino,
que no me arroparás del frío,
que no te contaré mi secreto susurrándotelo al oído,
que ya no podré dibujártelo en el cielo...
ni pintártelo con la excusa de borrar el vaho,en el espejo...
Ojalá hubiera sabido que fue el último beso,
el de nuestra despedida...
que de saberlo...
la hubiese hecho más bonita...
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