Y acabaron con un par de copas de más,acabando la celebración de volver a verse tras la cuarentena,y repartidos por toda la casa fueron cayendo uno a uno, haciendo efecto ese alcohol como somnífero.
Tal y dónde cayeron ahí se quedaron...ella estaba a su lado, no fue casualidad tampoco, pasaron la noche entre risas y esas tonterías que el alcohol decía entre bromas muy reales...
Su cuerpo al sentirle tan cerca comenzó a moverse inconscientemente y sin control.Su respiración desprendía sonidos de deseo rompiendo con el silencio de esa habitación...ella acariciaba su pecho por debajo de la camiseta, deslizando sus dedos siguiendo el camino de la línea alba hasta llegar bajo su ombligo y ascendía de nuevo, repitiendo esos movimientos, creándole esa intriga y ese ansia de necesitar su mano un poco más abajo...Ella también se resistía a la tentación de hacerlo, eso le hacía elevar esa tensión sexual y aumentar el deseo de su cuerpo al verle a él, gimiendo sin apenas tocarle.
Ella con el afán de buscar su desesperación y que él mismo buscara también su cuerpo, empezó a darle besos, besos húmedos con pequeños golpes de aire y mordisquitos en la nuca...esos que hacían un cambio en su respiración agitando también la de ella.
Él, estando de espaldas a ella, se giró...El juego iba a continuar cuando ella se lanzó buscando sus labios y él le paró en seco, poniendo la yema de su dedo índice sobre los suyos, acariciando el labio inferior de un extremo a otro, quiso hacerle lo mismo que ella, esquivando sus besos avivando aún más la excitación con esa provocación.
Todo era muy sensual, ella abrió sus labios encerrando entre ellos esa extremidad de la mano que los acariciaba, introduciéndolo y humedeciéndolo dentro de su boca.
El juego se estaba poniendo interesante y muy intenso. Él no pudo continuar con ese juego tentador y sacando su lado impulsivo puso su mano en la cabeza para acercarle a él... dándole ese beso, apasionado, loco, desesperado, jadeante.Le colocó encima suya surgiendo así, el roce de sus genitales por encima de la ropa, desabrochándole la camisa, descubriendo esos pechos que tanto deseaba tocar y descendiendo sus manos por la cintura hasta las caderas, ayudándolas a un movimiento más brusco y alzando su parte inferior del cuerpo, ejerciendo más presión entre los dos.
No esperó ni a desnudarle por "orden", directamente se llevó la ropa interior junto al pantalón y con los genitales de ambos desnudos, el´de él acariciaba el suyo notando su humedad exagerada, que estaba más que lista para la introducción. Él recuperando el juego tentativo del, sí pero no...desesperada lo introdujo ella misma. La temperatura de sus cuerpos y los preliminares tan intensos y excitantes les provocó tanto placer que, ella no pudo dominar sus ganas de explotar, llegando al orgasmo en esas primeras penetraciones que, él al notarlo acabó también sin controlarlo.