Quizás hubiese sido mejor apagar tus palabras
con un beso, de esos lentos,suaves,tiernos,
esos que da el corazón,
dejando volar los reproches a nuestro alrededor,
alrededor de ese beso que quizás calmara tu rencor...
tus ojos chispeantes de fuego me dijeron que no,
y tu mirada cambió,me quemaba por dentro
con las chispas que saltaban con forma de odio,
hacia mi interior...
Tu mirada cambió...ya no era esa que me hacía el amor,
más satisfactoria, que tus propias manos
al acariciar el exterior... mi cuerpo desnudo,
la materia del alma,
esa que atiende a la corrupción del deseo,
conductora y arma seductora,
sensitiva y transmisora "a" y "de" lo abstracto,
"a" y "de" aquello a lo que está ligado...
No sabré nunca si con la expresión física
del roce de mis labios,
hubiese apaciguado la inquietud de tu alma...
si con una caricia en tu rostro,
se hubiese atenuado la intensidad de la llama,
en tus ojos...
y es que yo también he olvidado calmarme,
las chispas de mi interior se estaban avivando,
porque la voz de tu inmortabilidad,
gritaba dolor y rabia,
utilizando conceptos que, clavados
en mi esencia...
hicieron desaparecer mis ganas de besarte...
No hay comentarios:
Publicar un comentario