domingo, 12 de abril de 2020

Mojando momentos nuevos...

Ella no se lo esperaba,solo fue al baño a lavarse la cara y vio su silueta tras la mampara, se sonrojó. No había demasiada confianza a pesar de dos noches que pasaron juntos en su cama. Sabía que de un momento a otro el agua dejaría de caer por su cara y abriría sus ojos, y la vería allí. No pudo esperar a tanto, abrió el grifo del lavabo y su agua hirviendo cambió de temperatura pegando un sobresalto que le obligó a asomarse... semidesnuda le dio las pistas necesarias para saber que quería acompañarle bajo de  agua de su ducha...
Su dedo índice terminó por invitarle y ella con su mirada insinuante se desnudó completamente acercándose cuidadosamente a su cuerpo mojado acariciándolo,mirándole fijamente a los ojos y dándole un mordisquito suave y tentador en el labio...
El agua caía por su rostro maquillado mientras bajaba rozando sus labios hasta estimularle con su boca para sentirla crecer dentro de ella...
Estaba tan excitado que suavemente le levantó y con un movimiento brusco le puso contra la pared dónde se reflejaban en un espejo anclado en ella...susurrándole al oído esa propuesta que ella nunca había probado, prometiéndole que disfrutaría como nunca y que se lo haría como a nadie...ella cambió su expresión positivamente cuando con su lengua lubricaba dejando caer saliva sobre la zona, un sonido de satisfacción le condujo a saber que estaba lista para introducirse dentro de ella...sorprendida del placer se lo hizo saber para que aumentara la velocidad, su entusiasmo y el volumen de sus gemidos...
Él con su mano desempañó el espejo. El morbo de mirarse y ver su cara de gozo con el rimmel derramado, a ambos les llevó a un aceleramiento del acto algo más brusco y excitante. Él puso la mano sobre su cuello,siendo más rápidos sus movimientos dentro de ella, agarrando su pelo echándole la cabeza hacia atrás con fuerza y suavidad para morder su cuello...Les gustaba ese sexo duro y cariñoso a la vez, sin saberlo...Las palmaditas con su propia mano alternadas con caricias entre sus piernas aumento la libido, temblando sus piernas, él notando su momento, le avisó que llegaría el suyo, y ambos con jadeos intermitentes llegaron al orgasmo al unísono.

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